Presentados en el Salón del Mueble de Milán este año, los sillones Bloom, Madison, Miller y Vine tuvieron tan buena acogida como los últimos proyectos de Turri. Con actualizaciones en los acabados, tejidos y colores, estos productos volvieron a la feria expresando sus estilos inconfundibles de formas nuevas y frescas.
BLOOM – El sillón Bloom con tapicería de tela de chenilla verde de trama gruesa con detalles de piel de color topo. Su diseño sinuoso aporta comodidad y equilibrio a todos los momentos de relax. Está disponible con reposacabezas de piel o con hebilla lateral.
MADISON – El sillón Madison del diseñador Andrea Bonini, creado como pieza culminante de la colección Madison, sigue el modelo de la reconocible firma de la silla de un director de cine. Con su nueva tapicería bouclé y su estructura de madera lacada en gris oscuro brillante, es una atrevida actualización del diseño que revive el espíritu del icónico sillón sin traicionar su esencia original.
MILLER – El sillón Miller, presentado en varias combinaciones a lo largo de los años, es hoy símbolo del lujo refinado y cosmopolita, con la elección de su tapizado en terciopelo ocre y su acabado en madera lacada gris oscuro. El asiento se caracteriza por un respaldo de madera y patas cónicas, que transmiten, en clave contemporánea, el concepto de comodidad como pilar fundamental del bienestar.
VINE – Inspirada en el movimiento de la vid, el sillón Vine del arquitecto Frank Jiang establece el carácter a través de su original trabajo de carpintería y los reposabrazos, que son una referencia al diseño moderno de mediados de siglo. El terciopelo verde brillante y el armazón de madera de nogal con acabado negro realzan las formas geométricas naturales del sillón Vine.
